sábado, 4 de octubre de 2008

DelPo... un grande!

En la cima con Juan Martín del Potro


A mediados de año, Juan Martín del Potro estaba No. 65 del mundo y era uno de los tenistas más promisorios de la nueva legión de jóvenes. Pero tras una racha de 23 victorias consecutivas y cuatro coronas, el argentino de 19 años se encontró en posición de entrar al top ten.

Una grupo de niños corre de lado a lado a través de una cancha en Connecticut, tomados de la mano unos a los otros. El más alto de ellos -con casi el doble de estatura- sostiene una raqueta en su mano derecha y está unido al resto con su izquierda. "Vamos, vamos, vamos" alienta al resto mientras golpea una pelota.

Los emocionados escolares mantiene el ritmo de su líder hasta quedar exhaustos y caer todos al mismo tiempo, como si fuera un efecto dominó. Pero antes de darse cuenta, el líder Juan Martín del Potro está presente para asegurarse que estén bien.

Del Potro está consciente de lo difícil que es mantenerle el ritmo en este momento. Esto no se aplica solamente a los jóvenes en el Día del Niño Latino en el torneo de New Haven, previo al US Open, sino también a los mejores jugadores en el circuito ATP.

Perfil de Juan Martín del Potro | Campaña 2008

Andy Roddick, Richard Gasquet, Mardy Fish y Tommy Haas se cuentan entre las víctimas de la potente explosión de este argentino de 19 años, quien aún no asimila este reality, este momento de ensueño: "No entiendo realmente lo que he hecho. No tengo palabras para describir lo que siento en estos momentos. Es difícil creer que gané cuatro campeonatos consecutivos".

Hace sólo cinco meses esta posibilidad parecía muy distante. Luchando contra las lesiones, Del Potro apenas logró participar en tres certámenes en el primer trimestre del año. Tuvo una baja en el ránking hasta el lugar No. 81 en abril pasado. "Al principio de año estaba jugando bien, pero tuve muchas lesiones, demasiados problemas con mi cuerpo y mi mente", comentó el argentino. "En ese momento cambié de entrenador, de psicólogo, cambié todo".

Cuando regresó al circuito, tomó la razonable decisión de probar su estado físico en la arcilla europea, ya que "pensando en mi espalda, si volvía a jugar en canchas duras de inmediato podía lesionarme nuevamente". Del Potro, que sólo jugó en dos torneos sobre arcilla en la temporada, se toma una pausa antes de agregar con una risa que "nunca pensé en ganar mis dos primeros dos títulos en polvo de ladrillo".

Con el correr de dos semanas, Del Potro se las arreglaría para ganar más partidos en esa superficie de los que había logrado entre todas sus actuaciones previas en polvo de ladrillo (9-12). Cuatro de sus cinco victorias en la campaña para ganar la copa en la Mercedes Cup de Stuttgart fueron ante jugadores cabezas de serie. La siguiente semana se anotó la victoria en el ATP de Kitzbuhel, esta vez sin perder un set en cinco compromisos.

Final de Stuttgart | Final de Kitzbuhel

Pero el éxito no terminó con la arcilla. Tras diez días de descanso en su ciudad natal, Tandil -donde tuvo un un recibimiento de héroe con 200 personas, entre familiares y amigos- el argentino llegó a Los Angeles para jugar en su pista preferida. La culminación de esa semana fue ante el campeón del US Open 2003, Andy Roddick, y después llevó su ritmo infernal al otro lado del país, en Washington, donde alzó su segundo trofeo en canchas duras.

Con la victoria, logró lo que ningún otro jugador había conseguido en la historia: ganar sus primeros cuatro títulos en forma consecutiva. La histórica conquista lo instaló entre la elite del tenis. De los otros 11 adolescentes que ganaron cuatro títulos en una temporada, 10 de ellos fueron número uno del mundo, incluyendo a Rafael Nadal, Lleyton Hewitt, Andre Agassi y Pete Sampras. La única excepción fue el estadounidense Jimmy Arias, quien llegó a estar quinto del planeta.

Final de Los Ángeles | Final de Washington

Su capacidad física ya era evidente a temprana edad cuando fue descubierto en un club de fútbol local por Marcelo Gómez, quien acertadamente detectó y desarrolló su potencial tenístico.

Sus padres -Daniel, un veterinario que fue rugbista semi profesional y Patricia, una profesora- nunca jugaron tenis, pero le dieron su bendición cuando su hijo talentoso decidió dedicarse profesionalmente a lo que era su hobby. Según cuenta el jugador "ellos querían verme feliz. Si soy feliz en este trabajo, ellos me iban a apoyar. Si hubiera querido estudiar o ser futbolista, también me lo hubieran permitido".

A pesar de crecer en la misma región que Mariano Zabaleta y Juan Mónaco, cada uno de ellos ganadores de tres títulos ATP, del Potro encontró su gusto por jugar en canchas rápidas y no en la tierra batida, emulando las esperanzas de Lleyton Hewitt o Marat Safin en su intención de jugar algún día en Flushing Meadows, lo cual cumplió hace dos años cuando se clasificó para el US Open.

El argentino ya ha probado su habilidad como tenista todo terreno, alcanzando al menos cuartos de final en arcilla, cemento, pasto y alfombra, lo cual para Del Potro es necesario si quiere mantenerse entre los mejores del mundo. "Es muy importante porque Nadal está jugando excelente en todas las superficies, al igual que Djokovic. Si quiero ser un tenista realmente bueno, necesito jugar en todas las canchas".

El juego del veinteañero, centrado en su potente servicio y derecha, aumenta aún más considerando su agilidad a pesar de sus 1,98 metro de estatura. "Es complicado jugar contra él porque tiene mucho alcance", señaló el ex número dos del mundo, Tommy Haas. "También, a pesar de su altura, se mueve muy bien dentro de la cancha. Es un jugador muy peligroso. La verdad es que no puedo decir cuáles son sus debilidades".

La clave para su explosión ha sido su nuevo técnico, Franco Davin. El ex tenista, cuyo currículo como entrenador incluye el título de Gastón Gaudio en Roland Garros 2004, le ha dado a Del Potro la fortaleza mental necesaria para dar el salto al siguiente nivel.

Al respecto, Juan Martín dice que "Franco cambió mi juego, cambió mi mente, cambió todo. Cuando compito y lo veo en las tribunas me da confianza, puedo jugar relajado, no me siento nervioso. Eso es muy importante para disputar los puntos más difíciles en un partido".

La guía de Davin puede ser esencial para liderar a del Potro en su próximo desafío, que es tener éxito en los torneos grandes. Aún tiene posibilidades de igualar a dos de sus ídolos -"aspiro a jugar como Safin y tener la concentración de Hewitt"- quienes fueron campeones en el US Open con 20 años de edad. Este año, Andy Murray frenó ese deseo en los octavos de final de Nueva York.

"Espero ganar algunos Grand Slams, no sólo uno. Uno de mis sueños es ser número uno", dijo del Potro, aunque rápidamente agrega un comentario humilde. "Pero todo esto es sólo un sueño... Tenemos una carrera que dura poco tiempo así que debemos dar lo mejor de nosotros en todo".

La guinda de la torta fue su actuación en las semifinales de la Copa Davis, donde el dio el quinto punto de la serie a Argentina sobre Rusia en Buenos Aires. Si algo le faltaba a Juan Martín era demostrar su valía en casa, donde ya se convencieron de que tienen un nuevo ídolo tenístico.

SE VENDRÀ MAÑANA LA QUINTA CORONA EN JAPON???...

Suerte DelPo!!

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